Concurso de Proyectos para una escuela Técnica (Philipp Holzmann Schule) en Frankfurt, Alemania. 1993 (Ricardo Sargiotti & Peter Diehl) 2do Premio.
Según recuerdo el concurso trataba del proyecto para una escuela terciaria (una escuela de oficios sería lo más aproximado a esta latitud) para un área de la periferia de Frankfurt. Peter Diehl, por entonces mi jefe en el estudio de O.M.Ungers de la misma ciudad, me convidó a hacerlo. La opción era trabajar fuera del horario del estudio, es decir, después de las 19hs y los fines de semana. Algo ya habitual por aquellos tiempos.
Fuimos una vez a ver el terreno, un vecindario con viviendas agrupadas de baja densidad (dos o tres plantas) y con una fuerte presencia de las vías ferroviarias por las que podían pasar trenes a la periferia mayor o a Berlín. Como gran parte de las periferias urbanas alemanas, las construcciones residenciales eran del tipo monoblock o alineadas, lo que imprime una imagen homogénea y de una cierta nobleza, más allá de la calidad de los diseños individuales.
El terreno, bastante holgado para el programa, se identificaba por por un ángulo agudo que surgía entre el cruce de la calle principal al Oeste y las vías del ferrocarril al Norte. El programa de la escuela por su parte, contaba con aulas y talleres en igual cantidad y un generoso gimnasio cubierto.
Nuestra propuesta acentuaba la característica oblicua del terreno mediante la disposición de cuatro naves paralelas a las vías, cerradas hacia la calle por una larga galería abierta, una especie de recova a escala del barrio más que de la escuela, que articulaba el resto de los pabellones y sus tres patios. El gimnasio terminaba de construir el frente hacia las vías con una fuerte impronta industrial en su estructura.
(más imágenes: escuela en Frankfurt en Pinterest )
Nota 1
Recién cuando recibimos la crítica del jurado nos enteramos que el habíamos leído mal las bases. El gimnasio que propusimos, con superficie para contener tres canchas de básquet profesional (desproporcionado para la escuela, es verdad), en realidad era tres veces más grande de lo solicitado. Afortunadamente, el jurado consideró que el error podía ser fácilmente subsanado y que el cambio sólo podía favorecer a la propuesta.
Nota 2
Para nosotros fue un gran éxito: un segundo lugar en un concurso nacional, con muchos participante y un premio interesante (el primero había ido a Max Dudler, un famoso exUngers más viejo que nosotros) y, sobre todo la chance de una segunda ronda en la que participaríamos junto al primero y al tercero, por un ‘desempate’ para la definición final. Lamentablemente, en un país donde casi todos los concursos de arquitectura terminan en construcción, éste fue la excepción: no hubo construcción… ni segunda vuelta.
Ricardo Sargiotti / Mayo 2016
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