Proyecto y construcción comedor ZF Sachs, San Francisco, Córdoba. 2004-2005 (Ricardo Sargiotti y José Santillán, con Martín Caminoa, Fernando Quiñones y Federico Wenk)
Este proyecto nace de un concurso privado para proveer de un salón comedor para el personal de la planta de ZF Sachs de San Francisco.
El predio en el que se inserta la fábrica está escasamente ocupado por naves industriales y algunas construcciones de oficinas y viviendas dejando un amplio terreno con eucaliptus y coníferas, único hecho relevante en una zona de Córdoba poco favorecida por las arboledas.
Hasta ese momento el personal operario y administrativo de la empresa almorzaba o merendaba en un apéndice a las naves de producción, es decir, sin dejar el ámbito (el ruido, el paisaje, el olor) de la rutina industrial.
Se decidió entonces ocupar un claro central del predio, lo más alejado posible de cualquier otra construcción, de modo que obligara a una desconexión física del lugar de trabajo y que por su naturaleza, permitiera un cambio de atmósfera radical para el personal durante los tiempos de recreo.
El pabellón, de 10 x 28 mts., tiene un área de servicios ciega en el extremo Oeste, el más próximo a la fábrica y todo el perímetro acristalado hacia el resto de las orientaciones con aleros de distinta magnitud de acuerdo al asoleamiento y los vientos. La cubierta es única, de sección aerodinámica, armada como una extrusión con apoyos cada 4 mts en columnas metálicas. Toda la construcción se asienta sobre una plataforma que excede el perímetro, a 40 cms del suelo natural para evitar las frecuentes inundaciones del área.
(más imágenes: https://es.pinterest.com/rsargiotti/11_comedor-sachs-2004/ )
Notas
Nota 1
Unos años antes habíamos proyectado y construido la casa del director de Sachs en Córdoba quedando en una buena relación personal y profesional. Cuando años más tarde necesitaron un comedor para la fábrica de San Francisco, Nos llamó, aclarándonos que debíamos competir con alguna otra firma “especialista”, ya que una adjudicación directa iba contra sus principios y los de su empresa.
Así fue que nos presentamos muy confiados (habíamos visto trabajos de nuestro competidor y nos sentíamos ganadores absolutos). Para nuestra sorpresa, muchos de los valores que resaltábamos en la presentación: aprovechar el lugar, cambiar el ambiente del personal, la orientación y los usos exteriores, etc. Pasaron con un “mm…”. Por suerte, a la presentación asistió la cocinera en jefe. Nuestro pormenorizado relato sobre cómo habíamos planeado la cocina fue el desencadenante y lo que, finalmente, inclinó la balanza hacia nuestro proyecto. No comments.
Nota 2
La cubierta del pabellón fue un tema importante desde los primeros croquis. Teníamos la intención de cubrir la casi inexistencia de la planta con un ala de avión, que diera sombra sin siquiera ser percibida desde abajo. Planeamos la aerodinámia para evitar la resistencia al viento, imaginamos (y mostramos) que debía ser etérea como construcción, el cielorraso haría de cómplice. Con el transcurso del tiempo nos encontramos con dos problemas que no supimos resolver: un calculista pésimo y un corte de presupuesto. No lo digo como excusa, sólo como aprendizaje.
Ricardo Sargiotti. 4.12.2015
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