Concurso Internacional de Ideas “Vinculación Museo Caraffa – Palacio Martín Ferreyra”. Córdoba, 2006. (Ricardo Sargiotti, con Eloisa Minoldo y Federico Wenk)
Después de una buena cantidad de obras públicas adjudicadas directamente por el gobierno de la provincia, y como llegando desde otra realidad, apareció en el 2006 este “concurso internacional de ideas”. El grado de surrealismo que entrañaba el llamado, tanto en su contexto como en su necesidad, no hizo mella a la convocatoria: una gran cantidad de trabajos (a cargo de hábiles arquitectos) se empeñaron en proponer soluciones espectaculares a un problema inexistente. Como de costumbre y, afortunadamente en este caso, no se construyó.
Apenas lanzado el concurso escribí una nota llamada “el sillón del livin’ de la abuela” donde pude expresarme analógica y literalmente a lo que consideraba una gran tomada de pelos. No conforme con la nota, decidí presentarme al concurso. Entendí que era necesario entrar en esa discusión, aunque fuera desde el absurdo. Mi presentación cumplió con todas las reglas que las bases pedían: tres paneles rígidos, de tamaño x, fondo blanco, rótulo reglamentario, sobre con mis datos (matrícula al día) y la leyenda “el trabajo puede ser expuesto aunque no haya obtenido premio ni mención”. El contenido era algo heterodoxo, los tres paneles colocados uno sobre otro, representaban en barras estadísticas las obras públicas que habían sido concursadas y no construídas, construídas y no concursadas y ni concursadas ni construidas. Había también un mensaje a los miembros del jurado (entendiendo que sin la connivencia del Colegio de Arquitectos, esto hubiera sido imposible) y un croquis de propuesta minimal a la inutilidad.
De más está decir que mis paneles no aparecieron en la muestra pública.
Ricardo Sargiotti / Marzo 2016
